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Salud milenaria: la medicina tradicional japonesa redescubre el poder de los adaptógenos naturales

  • Foto del escritor: Hensei Bio Salud
    Hensei Bio Salud
  • 17 jun
  • 3 Min. de lectura

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Durante siglos, Japón ha cultivado una forma única de medicina basada en el equilibrio, la prevención y la armonía entre cuerpo y mente. Aunque muchas veces eclipsada por la medicina tradicional china, la medicina tradicional japonesa —conocida como Kampo— tiene raíces profundas que combinan sabiduría ancestral con una visión integradora de la salud. Hoy, en pleno siglo XXI, esa sabiduría está más vigente que nunca, impulsada por el redescubrimiento occidental de los llamados adaptógenos: sustancias naturales que ayudan al cuerpo a adaptarse al estrés físico y emocional.



Kampo: más allá del síntoma


A diferencia del enfoque occidental, que suele tratar los síntomas de forma aislada, el Kampo se basa en la observación integral del paciente: su digestión, su energía vital (ki), sus emociones y su estilo de vida. La medicina tradicional japonesa heredó parte del conocimiento herbolario chino, pero lo reinterpretó a través del prisma de la filosofía japonesa: minimalismo, balance y conexión con la naturaleza.

Los preparados herbales del Kampo —muchos de los cuales se utilizan en farmacias japonesas— son fórmulas complejas que buscan restaurar la armonía interna. Algunos incluyen raíces, flores, cortezas... y hongos medicinales.



Los adaptógenos: aliados antiguos con nombre moderno


Aunque el término “adaptógeno” fue acuñado en Rusia en los años 40, la idea ya existía en Asia desde hace siglos. En la práctica japonesa, sustancias como el Reishi (Ganoderma lucidum), el Cordyceps (Cordyceps sinensis) y la Melena de León (Hericium erinaceus), han sido utilizadas como tónicos para fortalecer la salud general y la resistencia del cuerpo.

Hoy se sabe que estos hongos actúan como moduladores del sistema inmunológico, endocrino y nervioso. No estimulan ni inhiben: equilibran. Por eso se los llama “adaptógenos”. Su función no es “curar” en el sentido clásico, sino devolver al organismo su capacidad natural de autorregulación.



Universidad Tohoku, Japón.
Universidad Tohoku, Japón.

Ciencia y tradición se dan la mano


En Japón, universidades como la de Toyama o la de Tohoku llevan décadas investigando los efectos de estos hongos sobre la salud. Por ejemplo, el Reishi ha sido estudiado por su acción inmunomoduladora en tratamientos oncológicos; el Cordyceps, por su impacto en la energía celular y el rendimiento físico; y la Melena de León, por su sorprendente efecto sobre la regeneración neuronal.

Estas investigaciones no contradicen la tradición, sino que la validan. En lugar de competir con la ciencia, el Kampo moderno busca integrarse con ella. De hecho, muchos médicos japoneses recetan extractos estandarizados de plantas y hongos como complemento de tratamientos convencionales.


¿Moda o regreso consciente?


El interés por la medicina natural y los adaptógenos ha crecido de forma exponencial en todo el mundo, y Japón no es la excepción. Pero mientras en Occidente a veces se abordan como “superalimentos” o productos de moda, en Japón el enfoque es más respetuoso y metódico: se trata de integrar soluciones naturales a largo plazo, con acompañamiento profesional y calidad comprobada.

  • En un contexto de estrés crónico, insomnio, ansiedad y fatiga generalizada, muchos japoneses están volviendo a las fórmulas de sus abuelos. Y cada vez más personas en todo el mundo están mirando hacia Oriente para reconectarse con una forma de salud más sabia, más lenta, y profundamente natural. Fuentes:

  • Toyama University – Institute of Natural Medicine Sitio oficial del instituto especializado en medicina tradicional y farmacognosia: https://www.inm.u-toyama.ac.jp/→ Aquí se desarrollan investigaciones sobre fitoterapia, Kampo y estandarización de extractos herbales y fúngicos. Tohoku University – Investigación en Hericium erinaceus sobre metabolismo lipídico en ratones obesos📄 Biochemical and Biophysical Research Communications (2021) https://doi.org/10.1016/j.bbrc.2021.04.056→ El extracto alcohólico de Hericium activó PPARα y redujo significativamente triglicéridos, peso y grasa hepática.

  • Mori et al. (2009) – Mejora del deterioro cognitivo leve en humanos con Melena de León📄 Phytotherapy Research https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/18844328/→ Estudio clínico doble ciego en adultos mayores. Se observaron mejoras cognitivas tras 16 semanas de consumo.

  • Wong et al. (2020) – Propiedades neurotróficas de Hericium erinaceus con erinacinas📄 Behavioural Neurology https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7381814/→ Revisión sistemática de efectos sobre el sistema nervioso central, neurogénesis y salud cerebral.

  • Roda et al. (2022) – Eje intestino-cerebro y efectos neuroprotectores del Hericium📄 Frontiers in Pharmacology https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fphar.2022.836595/full→ En modelo animal de estrés, se observó reducción de ansiedad, inflamación y alteraciones intestinales.

  • Tohoku University – Efecto antiinflamatorio del extracto etanólico de Melena de León en monocitos humanos📄 Biochemical and Biophysical Research Communications (2023) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC10472798/→ El estudio demuestra cómo el ergosterol presente en el extracto bloquea la acción inflamatoria del LPS en células inmunes humanas.

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